Todos o casi
todos al conocerme y enterarse de que no soy de aquí, pese a que hablo bastante
parecido, hacen la pregunta más obvia: ¿Porqué te mudaste a Buenos Aires?. La
verdad que las respuestas dadas por mi, son variadas y no siempre se condicen
con la realidad. Lo que pasa es que en realidad yo no estoy muy segura. En su
momento creo que lo que me impulso realmente fue dejar el empleo que tenía
antes de atentar contra la integridad física de mis jefes. Después se me fueron
ocurriendo otros motivos, pero la verdad sea dicha, esos motivos los pensé
después que ya había tomado la decisión. Todo comenzó con una pasantía en
Buenos Aires. Me alojé en esa ocasión en un hostel de Palermo SOHO. Ahí me di
cuenta de que en esta ciudad hay barrios lindos y tranquilos, y que no todo es
el microcentro con su locura cotidiana. Mi decisión la comuniqué a mis jefes y
familiares mediante sendos mails desde Salta la linda, donde también estaba de
pasante. Cuando volví a Montevideo presenté mi renuncia formal y escrita,
desmantelé mi departamento y me mudé. A veces cuando no tenía ganas de explicar
mucho decía que me vine porque me enamoré de un argentino, pero la verdad que
esa es la menos cierta de las respuestas. Algunas de las respuestas más
sinceras incluyen que esta ciudad tiene más opciones en todos los sentidos,
empleos, actividades culturales y cursos de los más diversos. También en cierto
que aquí una se siente más libre que en una ciudad pequeña como Montevideo,
dónde mal que nos pese es poco probable que no te encuentres con alguien
conocido al salir el fin de semana. No es que sea tan pequeña Montevideo, pero
como todas las personas suelen transitar solo una parte de la ciudad, dónde se
encuentran los sitios de interés, es muy probable que se terminen cruzando a la
salida del cine o en el mismo pub. Todos son detalles, que se van sumando y
juntos me dieron motivos para cambiar de lugar. Por momentos, y sobre todo en
los últimos meses, tuve que recordar estos motivos y pensar nuevos para no
pensar en volverme a mi Montevideo natal. Pero luego de transitada la crisis
volví a concluir que vivir aquí esta bueno. El único motivo que haría que la
balanza se equilibre hacia la orilla oriental, se llama Nicolás y esta muy muy
lejos, allá en la tierra de Abrahan Lincoln.
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